Hoy se cumplen 7 años del inicio de la guerra contra Irak. Hace mucho que se sabe que todo se planificó en base a intereses de EEUU, de sus aliados y, sobre todo, de unos pocos con intereses en el petróleo irakí, en eliminar del patio trasero israelí a un enemigo,…Política pero, al fin y al cabo dinero para unos pocos. En un artículo de Roberto Montoya en Rebelíon, hace referencia a las 935 mentiras que se utilizaron para justificar esa guerra. Lieven de Cauter, presidente del Tribunal Russell B, en otro artículo –La destrucción del Estado como objetivo de guerra-, dice que se eliminaron a una ingente cantidad de académicos y ciudadanos de clase media con el objetivo de acabar con el estado irakí para, finalmente, meter baza en una de las reservas petroleras más importantes del mundo. Hoy mismo, en el diario Público, se publica una noticia sobre los ingresos de Tony Blair, su relación con el petróleo de la zona, y los pingües beneficios que viene obteniendo: entre 16 y 22 millones de euros en muy pocos años, según el periódico. Por otro lado, a Bush y a José María Aznar, parece que no les falta tampoco el dinero, desde aquella guerra que promocionaron en aras de defendernos de unas armas de destrucción masiva que nunca existieron. Y ahí siguen los tres aumentando su cuenta corriente…¿de verdad nos creemos que vivimos en sociedades democráticas? Como acuñaron entonces «¡¡¡Hasta el infinito y más alláááá…!!!!»
Aunque el siguiente poster esté en inglés, creo que lo dice todo.
Pero por si alguien no sabe traducir el cartel, aquí está la traducción. No se extrañen por la reducción de palabras: la traducción es libre pero busca entender el mensaje en síntesis.
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