Como todo el mundo sabe, la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) lleva generando un largo e intenso debate desde que el gobierno anterior comenzó a hablar de ella -como proyecto de una nueva asignatura- hasta que se ha implantado -este curso sólo en las autonomías donde gobierna el PSOE, en 3º ESO-.
La asignatura ha provocado el enfrentamiento dialéctico entre los que la proponen -gobierno- y los que están en contra -PP y otros foros-. Por supuesto, esta explicación es demasiado breve y, por tanto, demasiado simple. El enfrentamiento es más amplio pero es una forma de entender -para quien no lo sepa todavía- de dónde surge la polémica.
Yo soy uno de los profesores a los que les ha tocado empezar a impartir esta asignatura. Desde mi punto de vista, la asignatura es más de lo que ya se venía haciendo en Ética. Desde ese punto de vista, la polémica es falsa puesto que ya se podía venir hablando de todos los contenidos que sus detractores critican. Por otra parte, me parece que una hora a la semana no es la solución a los males que pretende atajar.
Respecto a los contenidos más polémicos: está claro que uno de ellos es el tema de la sexualidad, que al principio se comentaba iba a ser uno de los contenidos estrella. Luego, quizás por la polémica se ha ido rebajando hasta casi desaparecer. Pero en el tema de la homosexualidad, del matrimonio homosexual está uno de los escollos puesto que mucha gente considera que eso -que ya es una ley- va en contra de sus «valores morales». Insisto, es ya una ley, por tanto, perfectamente «enseñable». Otro de los temas-conflicto es todo lo que tiene que ver con la política: la asignatura pretende formar al alumnado en conocimientos sobre el sistema político, lo cual me parece muy deseable puesto que es un tema del que nunca se habla y luego pretendemos tener ciudadanos y ciudadanas críticos. Difícilmente se va a conseguir si no se educa en esos conocimientos y, sobre todo, si no se educa en ciertos valores. Y ahí reside, desde mi punto de vista, la mejor virtud de la asignatura: el fomento de los valores del respeto, del debate. Sin ellos, tendremos ciudadanos menos tolerantes y más «enrocados» en sus posturas. La sociedad es diversa y educar en la diversidad, la escucha y el diálogo me parecen tareas fundamentales e ineludibles. Mientras no hagamos esto, nos encontraremos con personas que se «tiran» sus opiniones a la cara pero que no las discuten razonadamente.
Navegando por la red se pueden encontrar muchísimos blogs, y demás sitios digitales donde se debate sobre la conveniencia o no de la asignatura. Iré añadiendo a este post aquellas que me vaya encontrando de más interés:
Detractores de EpC:
– Scriptor: el blog de Juan José G. Noblejas, tiene varios posts dedicados a EpC.
– Cien Mil objeciones en Libertad Digital.
– Profesionales por la Ética: De ejemplo, en contra de una intervención de José Antonio Marina.
– http://www.epcno.org/epcno/
Defensores:
– José Antonio Marina da algunas razones para defender la asignatura.
– Amnistía Internacional, en septiembre de 2007 publicó en un manifiesto que la implantación de EpC era positiva. También presenta una serie de preocupaciones.
– Artículo de Juan José Tamayo en Atrio: ¿Educación para la ciudadanía? Depende.
– iJuan
– Blog de Sasuchan con Viñetas.
Comentarios:
– En «Dosmanzanas.com» comentan un vídeo de www.epcno.org: una versión de «The Wall» de Pink Floyd con subtítulos aludiendo a Zapatero y a la asignatura.
– En el blog de Rafael Robles.
– Por una educación moral desligada de la Iglesia, de Fernando Robles.
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