Todos conocemos la historia acerca de la desaparición de Marta del Castillo. Mientras su cuerpo sigue siendo buscado sólo tenemos la confesión de la persona que le quitó la vida.
Este trágico caso hace que surgan muchas preguntas y no pocos debates.
Los primeros días de la confesión todos leíamos en los periódicos que si el autor confeso se retractara de lo dicho y el cuerpo de la chica no apareciera, las cosas podrían cambiar a efectos de poder inculparle. La gente comentamos en esos días ese punto y todos nos preguntamos por los límites de la justicia.
Las televisiones vienen cubriendo la noticia con diferente «tacto»: desde los medios de comunicación que intentan informar con mayor o menor énfasis hasta aquellos otros que se «regodean» en la noticia hasta traspasar los límites de lo meramente informativo y entrar, de lleno, en la elucubración absurda o, aún peor, en la «telebasura». Por ejemplo, tenemos que preguntarnos si es serio entrevistar a la novia actual del supuesto asesino, que sólo tiene 14 años, después que la madre la llevara a Telecinco.
Otro tema que ha surgido en los últimos días es el de las penas de cárcel para este tipo de crímenes. Los padres de la chica piden la instauración de la cadena perpetua. La constitución no incluye este tipo de medida puesto que entiende que la cárcel debe servir para la reinserción. Es un tema realmente polémico. ¿Deberíamos incluir la cadena perpetua como castigo para cierto tipo de asesinatos? ¿Este sería un caso?
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